En
las horas inciertas ,
de
mi esperar día tras día,
Comprende mi corazón,
que
no es la despedida.
Estoy cansada de esta espera,
De
tanto dolor, de tanto pedir que pare,
Esto
que siente mi corazón,
le
ruego a Dios que te ampare.
No
pretendo tener día cuando está la noche,
No
quiero horizontes si no se donde me van a llevar,
Solo
quiero unos instantes,
Para
poderte abrazar.
Mas
larga es la espera,
Que
mi corazón no aguanta,
Quisiera otro camino,
Que
me acerque a ti, ¡hijo me haces falta!.
Hoy
rezo porque estemos juntos,
Que
pronto pare esta angustia,
Que
mi corazón esta cansado,
De
repetir una y otra vez,
Hijo
de mis entrañas...
Que
sin ti... yo no soy nada.
Postro mi corazón ante Dios y los hombres,
Que
me devuelva la calma,
y
poder abrazar a mi hijo,
aunque sea en su cama.
A
salvo como antes...
que
pueda quedarme yo en calma,
que
una madre sufre mucho,
si
se la desprende el alma,
porque de mí naciste ,
hijo de mis entrañas.
Solitaria
Dedicado con amor a mi hijo Victor
y a todas las madres que sufren de una manera u otra por
sus hijos