Relato de Halloween
Un día de Halloween,
cuando casi dan las doce, yo esperaba vestida con mi traje de bruja, mi sombrero, y una araña de goma.
Había quedado con una amiga, para ir a una fiesta, donde todas más o menos de mi edad, celebraríamos la noche de Halloween.
Mi amiga Carla, tardaba en llegar, y comencé a impacientarme.
¿Que pasara? si ella no suele tardar...
Entré en casa para llamarla por teléfono y saber la causa del retraso.
Su madre descolgó al otro lado y me dijo, Carla ha salido hace más de cuarenta y cinco minutos, no ha llegado aun?
La respondí,
No! pero supongo que no tardará, quizás se ha entretenido con alguna amiga por el camino.
Y si! cinco minutos antes de dar las doce, Carla se presento en mi casa, agitada, nerviosa, y me relato algo, que nunca supe si era realidad, o solo una historia para contar.
Cundo salió de su casa, convencida de ser un hada, se encontró con una mujer, la cual la pidió ayuda para cruzar al otro lado, pues ella veía poco, y Carla que era una niña muy, muy buena la ayudo a cruzar la calle,
Estando al otro lado, la buena mujer pregunto Como te llamas?-
Carla para servirla-
Bien Carla, porque estás vestida de hada?
Porque siempre desde pequeña, me habría gustado ser un hada.
Y para que ? la respondió la buena mujer-
Para agitar la varita mágica y ayudar a los niños pobres.
Bien! eso esta muy bien.
Vamos prueba, agita tu varita y puede que tu deseo se haga realidad.
Carla con una media sonrisa e incrédula, por complacer a la buena señora, agito la varita pidiendo un deseo.
Instantes después apareció un saco bastante grande, y la señora la dijo...
Baya, como ves en ocasiones, nuestros deseos se cumplen, buenos o malos,
¿Qué has deseado tu?
Un montón de dulces para los niños de aquella casa, ellos nunca tiene nada, y en ocasiones les doy mi bocadillo cuando regreso del colegio.
Umm! eso esta muy bien, mira haber que hay ahí dentro.
Carla sin saber que estaba pasando abrió sus grandes ojos y con las manitas extendió la boca del saco , para ver lo que había dentro.
Hay, hay cosas, muchas cosas!
Si! eso es lo que tu has pedido y que piensas hacer con ello?
Pues acercarme y dárselo a los niños pobres.
Bien te ayudaré ya que el saco pesa bastante.
Las dos se acercaron a la casa y repartieron todo el contenido, no solo dulces, si no mucha comida y ropa, increíblemente la ropa les venia a todos bien en su talla.
Carla contenta agradeció a la señora por todo.
Esta la respondió.
No me des las gracias a mi, ha sido una obra de tu buen corazón.
Y así me contó lo que ese día de Halloween, la había sucedido.
Verdad o mentira? creo que con su buen corazón Carla deseo algo que posiblemente se cumplió.
Sí amigas y amigos , los sueños en ocasiones se nos cumplen, pero los sueños solo son sueños, y soñar tal vez como lo hizo Carla en el trayecto de su casa a la mía, es un sueño maravilloso ¿no les parece?.
Autora Solitaria
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